miércoles, 16 de enero de 2008

Le voyage du les vingt pepas -o como se diga-

Todos tomamos pepas y nos divertimos un montón.

También tomamos cerveza en el techo -y nos tiramos al suelo-, anduvimos en pelotas, fumamos porro y jugamos magic.

Llovió, salimos a remar, fuimos al Talar, pescamos mojarritas, y una me mordió el chingo. Don Breli se murió, y lo reemplazó De Armas.

Federica tuvo como siete hijos, y Gerineldo desapareció.

Alguna vez estuvo tripa. Duro salió poco porque está en capilla. Yogur lloró un montón. Hicimos un fuego enorme y lo mantuvimos prendido desde que se fué el sol hasta que volvió a salir. El Evar a veces trabaja, y a veces está. El Rouben es un fuego azul. E hizo un mazo al que bautizamos 'El vicio de ser pija'. Enrra llegó ayer, colmado de bendiciones, y tabaco, y libros, y otras cosas geniales.

Comimos sushi vegetariano y arrollado delicioso de Marisa. Coseché varios tomates antes que se los comieran los pájaros, aunque algunos ya estaban un poquito picoteados.

Vimos películas raras, y me cagué a trompadas con Mort.

Maia al final no vino. Colombianito tampoco.

El ventilador del living hace un ruidito. Tic, tic, tic... Al auto a veces le cuesta arrancar.

Carnóf se casaría con una yegua que hay en el campo, y con el Rouben salían a ver vacas. El negro choto tenía miedo que lo atropellaran. Al Sarna le sale bastante bien imitar el ruido que hacen.

Estas son algunas cosas de las que pasaron. No recuerdo más en este momento, pero fueron un montón en total. Y todavía faltan varios días.

La gente que me rodea ha perdido la razón. Yo no tengo nada que ver.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Recién caigo que el título dice "el viaje de las veinte pepas" en francés.

Unknown dijo...

Hay un momento en el que ni pensás en tomar pepas.
Hay un segundo momento en el que pensás que querés tomar pepas y no sabés si da o donde conseguir.
Hay un tercer momento en el que te tomaste pepas y flashaste y decís suficiente pepas por un tiempo.
Y hay un cuarto momento en el que te compraste veinte pepas para tomar con todos tus amigos.

Sabúl dijo...

Es el oscuro camino de las dogas, que te va invitando cada vez más a sumergirte en el mal.

Quería aclarar que Don Breli no se murió, sino que se mudó. Aconteció que escuché mal porque soy sordo, y bueno... ahora me rectifico.

¡PUTOS TODOS LOS ENEMIGOS DEL PINTOÍSMO!