martes, 27 de octubre de 2009

El espíritu de Dios, gigante, (infinito), arde en el pecho del hombre. Le susurra libertad y lo consume en la locura absurda de la intuición de lo eterno.

1 comentario:

Unknown dijo...

El libertómetro hizo megashot bonus.

¡PUTOS TODOS LOS ENEMIGOS DEL PINTOÍSMO!