domingo, 11 de mayo de 2008

Enrra me reveló el secreto

Los ecos del infinito reproduciendose en cada acto, e incluso, doblemente, en cada detalle.

Ser doblemente infinito es a toda regla una contradicción. ¡Pero qué hermosas son las contradicciones!

8 comentarios:

Vajrapani dijo...

Lo que se podría resumir en que mi velo es mucho más sutil y hermoso que el tuyo.

Claro, claro. Es casi lo mismo que eso que mi existencia está hilada con hilos (¿está bien dicho así?) de oro y menta, y con telas de seda.

Vajrapani dijo...

Las telas de seda son por mucho superior a las demás. Alfeñique. Alfeñique y alfil detestable. Te recuerdo que estás condenado a la estupidez por el resto de la existencia.

¡Pero! ¡Pero irse a París así porque si! No, no, no así porque si. Solo porque uno es Dios, sólo porque en la mirada de uno fulgura aquel reflejo de un espíritu inmortal y victorioso.

Cada acto, cada acto, no fue más que la reencarnación en esta existencia del espíritu que por primera vez soño la muere.

Nuestra muerte no es más que el despertar de Dios. Aunque solo se daría en caso de percer todos juntos. ¿Por qué no buscamos entonces la destrucción de la totalidad de lo existente?

¡Los agujeros negros realizan un golpe de plano!

¡Malditos agujeros negros, son unos malditos fascistas! - Bueno, quizás lo sean, pero vos sos demasiado pelotudo para opinar. Así que te callás.

Unknown dijo...

o...o

Emh. Chupame un huevo cabeza de pija.

Vajrapani dijo...

Recatate

Unknown dijo...

Vos recatate no se si me estarás bardeando a mí en esos comments pero eso parece.

Vajrapani dijo...

Era sin ninguna intención. Igual no siemrpe te bardeaba. Lo del viaje con las cosas podridas es cierto. Hay viejas que no puedo comprender. COmo todo el viaje que tiene Duro.

Ese fue un simple comentario.

Los demás no son m´pas que juego.

Unknown dijo...

No entiendo de donde sacaste que a mí me gustan las cosas podridas.

Vajrapani dijo...

No es que te gustan. Tenés un cuelge con esas, o eso me parece a mi. Igual no exactamente podridas.

¡PUTOS TODOS LOS ENEMIGOS DEL PINTOÍSMO!