jueves, 24 de abril de 2008

Dos cosas

En primer lugar cito un fragmento de una nota sobre la tolerancia social de la marihuana que salió este domingo en el diario La Nacion, en la sección de Enfoques:

"El marihuanero crónico es un tipo que se estropea la vida. Deja de trabajar, fuma cuatro o cinco veces por día, deja de estudiar; si está haciendo cine, deja de hacer cine. Durante una etapa le resulta muy creativo, se inspira, dice que está soñando. Cuando empieza a depender, empieza el proceso inverso. Comienza a dejar otras cosas por el consumo; deja de estudiar."

A continuación un ejemplo de porque los literatitos merecen morir:

"Es el característico mundo de Dostoieski, extraño y embrollado, que hipnotiza al lector como una pesadilla de la que no podemos librarnos y que nos arrastra con cierto sentimiento de placer masoquista hasta unas zonas turbias e insondeablemente profundas de lo humano."

Nada más.
¡PUTOS TODOS LOS ENEMIGOS DEL PINTOÍSMO!