sábado, 23 de febrero de 2008

Extrañas aventuras y gordos inmundos

El siguiente relato es una colaboración hecha por un pintoista que ha preferido quedar en el anonimato y me ha pedido que lo publicara.

Hoy por la tarde estaba mirando tranquilamente el partido de Sevilla y Zaragoza por la liga española, cuando de pronto suena el timbre. Era una amiga de mi hermano. y preguntaba por él. Tuve que decirle que no estaba, y ella luego me saludo de manera un poco simpática. Continué viendo el partido, el cual llego ha estar 4-0 a favor del conjunto andaluz, cuando volvieron a tocar el timbre. Esta vez me tomé mi tiempo para salir, ya que no quería dejar de ver la juagaba que había en ese momento. Esta vez era un amigo de mi hermano que se llama de una forma la cual no recuerdo. También preguntó por él, y cuando le comuniqé que no estaba, el me dijo sin ningún rodeo si yo quería comprar 5 pesos de faso. Naturalmente acepté. También me invito a acompañarlo, lo cual por parecerme divertido también acepté.

Luego de calzarme, emprendimos la marcha a la casa de "un gordo mafia", el cual hace poco había comprado droga y vendía un poco. El amigo de mi hermano, del cual sigo sin recordar el nombre, no, acabo de hacerlo, Fernando, es muy alto. Caminando a su lado me sentía bastante bajito. Es curioso, porque cuando estoy con amigos altos, y en este momento es el Saulo quien me viene a la mente, eso no pasa. Quizás sea porque Fernando es muy flaco y eso hace que se note más su altura. Mientras caminabamos para el lado de las plazas de mi infancia, ibamos hablando sobre el único punto que hay de unión entre nuestras dos personas: la oranja. Me pregunto cuando había empezado a fumar y luego hablamos sobre el tema, llendo de un lado, y luego para otro. CUando le estaba por contar que cuando llegue a Gualeguaychú mis amigos fumaban en hojillas horribles y que empezamos a fumar OCB porque me queje y hice que Enrra llevase para allá OCB negras, cuando llegamos a la casa.

Era un departamento, y luego de que le toca el timbre, baja un ser un poco extraño. Era redondo, muy redondeado en todas sus formas. Era muy volunismo, un gordo como Dios manda. Estaba sólo con unos pantalones negros (igualmente enormes) y unas sandalias, y en consecuencia se podía apreciar su enorme panza que se rebasaba hacia abajo, y también su desagradable espalda. Debía tener una edad de como 30 o 35 años (es difícil calcularle la edad a los gordos). Le dio la droga, y unas hojillas también, y luego el le pago. Se ponen a conversar un rato, y nos termina invitando a fumar a la casa.

Nos vemos obligados a usar el ascensor, y para mi desgracia no era especialmente espacioso. Al principio pensé que el gordo iba a subir primero el solo y luego lo hariamos nosotros. Tuvimos que comprimirnos un poco, pero por suerte no recuerdo haber tocado a la criatura. Aunque si tuve un primer plano de su cuerpo, el cual no fue nada grato. Cuando entramos a la casa, nos topamos con una señora de alrededor de 45 años echada en una cama y mirnado la telivisión. La casa era bastante horrible y desagradable. "Buenas tardes le digo cuando pasamos por al lado hacia la cocina". Ahí dividimos la droga con Fernando, y el gordo se encarga de armar. Hace uno de tamaño considerable, y lo fumamos ahí mismo.

Pude comprobar que era una droga que era realmente buena, aunque no tanto como lo exageró el señor feo "es flor". Luego dijo que era flor mesclada con faso. No creo que sea cierto. Prefiero omitir más detalles acerca de lo desagradable que era el gordo y su casa, porque no quiero seguir evocandolo a mi mente. Terminamos de fumar y nos vamos. Volvemos hablando sobre el mismo tema, esta vez llendo para el lado de los padres y sobre que no tenía nada de malo fumar. Faltando no más de 2 o 3 cuadras para llegar a mi casa, me sentí realmente muy drogado. Cuando estaba por llegar a la esquina, en un momento, me sentí totalmente perdido. Fue genial. Una vez llegados a la esquina nos saludamos, y le agradecí que me haya invitado a comprar un poco de droga.

No sé como terminó el partido.

3 comentarios:

Katiuska Excusez-moi dijo...

U.U no sabía que las drogas afectaran a la capacidad de redacción...

Sabúl dijo...

Si, afectan a TODAS las capacidades.

Katiuska Excusez-moi dijo...

A la vista està, si fuera Wilde el autor del relato y se le volviera a preguntar por la inmoralidad del mismo estoy convencida de que volvería a responder: peor que ser inmoral, está mal escrito ; )

¡PUTOS TODOS LOS ENEMIGOS DEL PINTOÍSMO!