Die Fahne Hoch

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Puedo odiar a toda la existencia.
Pero no vale la pena.
Me molestan los límites, y las sonrisas desfiguradas.

Golzalez Estuardo es mucho mejor que todos los demás.
Porque simplemente es su perfección,
y no le molestan los límites ajenos.

Las personas tienen en su mente,
el gran error,
de que pensar que importa en absoluto,
el sonreir por alguien más.

Y es que la Muerte se alegra,
se alegra con cada roca que cae desde arriba,
cantando la destrucciónn del cristal,
o la transparencia de tu sonrisa.

La cruealdad de tus labios,
son el sabor que he buscado.
Disparar el fusil, y
que de tu negro pecho sangren ríos infinitos,
de melancolía y pureza,
eso es lo que yo busco.

Una sonrisa, mientras tus manos dibujan figuras inmortales y cirstalinas y en aire.

Quiero que algún día, en la eternidad, tu voz me vuelva a hablar.
Me diga, "Claro, así fue"
y la sonrisa describa sombríos y sangrientos uniformes.

Me molestan las personas viejas,
y las imbéciles.
Procuran doblegarme y yo aun sonrió,
porque la eternidad me da alegría.
La alegría de vivir, que no es más que sufrimiento.

Schopenhauer, y aquella mujer que no logra transcerse a si misma.
Nietzsche, y aquel lejano amigo se enoblece con su existencia.
Evola, y yo logro desarrollarme en Poder.

***

Los traidores prefieren no continuar la lucha.
Prefieren no tomar la anotorcha de la Tradición y
los imberbes mentales deciden seguirlos.
Son casi unos hijos de puta.
Unos desperdicios de humanos,
porque en vez de tomar parte por el bando enemigo,
deciden infestar con su putrefacción lo más puro y bello.

Muerte, purificación, y por último renacimiento.

Padam, padam, padam.

Quizás falten dos puntos.
Dos puntos para volar.
O para sonreir.
88 años no son suficientes si falta la Voluntad de trascendencia.


Mucho menos 89. Mucho mejor 21. 2+1=3.
Odio a quienes han traicionado la existencia.
A quienes prefieren su pareja o trabajo,
a la lucha y el sacrificio.

Debería ir a pesacar, a un arroyo invadido de lagartos,
para así escapar de sus dientes.
Pero en sus ojos puedo vislumbrar,
la destrucción de todo el universo.

Je te deteste. Je te adoré.
Porque los techos no saben caer,
o las existencias no saben volar.
Porque me río de lo gracioso,
o me hiere lo filoso.

Tu sonrisa como condena, tus manos perfectas como condena eterna. Tus manos como silencio eterno y genial.

Adolf Hitler es el último avatara.
y luego, los Demonios,
como la Bestia Rubia,
deben encontrar su sendero,
por si solos.

P.V. El es mi guía.
Yo sé que no quiero la mediocridad,
ni la felicidad, ni la alegría.
Quiero el sacrificio, la lucha,
y por último la muerte.

Irse a dormir cansado, agotado, luego de haber dado Todo.
TODO.