"En la siguiente conversación entre Honda y Toru encontramos finalmente lo que Mishima también buscó en su vida. El suicidio como afirmación; el suicidio para saberse vivo. Ya no se trata aquí de cómo morir, se trata de otra explicación para querer morir. En este caso era casi una necesidad.
– Imagínate un ratón que piensa que es un gato. No sé cómo, pero lo piensa. Pasa todas las pruebas y llega a la conclusión de que es un gato. Cambia su visón de los demás ratones. Son carne para él y nada más, pero se dice a sí mismo que se abstiene de comerlos sencillamente para ocultar el hecho de que es un gato.
– Supongo que se tratará de un ratón bastante grande.
– Eso no importa. No se trata de tamaño sino de confianza. Está claro que el concepto de “gato” se ha impuesto a la apariencia de “ratón”. Nada más. Cree en el concepto y no en la carne. La idea es suficiente. El cuerpo nada importa. El placer del desdén es máximo (...) pero un día el ratón se topa con un auténtico gato.
– Voy a comerte– dice el gato.
– No puedes– replica el ratón.
– ¿Y por qué no?
–Los gatos no se comen a los gatos. Es imposible como cuestión de instinto y como cuestión de principio. Yo soy un gato, sea cual fuere mi apariencia.
El gato se retuerce de la risa (...) empieza a comerse al ratón
– ¿Por qué estas comiéndome?
– Porque eres un ratón
– Yo soy un gato (...)
– Demuéstralo.
En consecuencia el ratón salta a la tina de la colada, toda blanca de espuma y se ahoga. El gato mete una zarpa en el agua y luego la lame. La espuma sabe horriblemente. Así que deja el cuerpo flotando allí. Todos sabemos por qué el gato se marcha sin comerse al ratón. Porque no es algo que pueda comer un gato. A eso me refería. El ratón se suicida para afirmarse. Desde luego no consiguió que el gato le reconociera como otro gato, ni cuando se mató pensaba lograrlo (...) muere frente a un gato sin ser devorado y se afirma a sí mismo como algo que los gatos no comen (...) así el suicidio es un éxito. El ratón ha conseguido afirmarse."
o.o