viernes, 29 de junio de 2007

Sobre los cubiertos que llevo a la mesa del hostel cuando preparo el desayuno

De los cuchillos de untar llevo todos los que hay, y aunque en mi opinión debería haber más, siempre me dejo uno en la cocina: detesto untar la manteca con cuchillo de serruchito.
También llevo cuchillos de serruchito, pos hay fruta y a veces llevo pan fresco, y si no, no tienen con qué cortarlo.
Sólo llevo 3 tipos de cuchara: las de mango de plástico negro, las de mango de plástico rojo (igual creo que sólo hay una), y unas que hay que son más nuevas, y de un metal como más resistente y un toque más brillante. Hay más, y no sobrarían, pero son como de chapa, y tienen la concavidad muy poco pronunciada, siempre están sucias y tienen unos grabados feos.
Yo me quedo con una, para mi café, que es no tan grande como una sopera, pero sí mucho más grande que las cucharitas de café, y pesada, como de hierro. Además es toda lisa, y por atrás, donde el mango se une a lo hondo, sigue como un cavado en el hierro que le da como una cosa entre maya y del futuro. Es mi favorita.

¡ah! Mentira, no llevo todos los de untar. Llevo todos los que son todos de metal, de una sola pieza. Hay uno que es enorme y la chapa es como blanda y se tuerce, y tiene un cabo que simula ser de marfil, pero es de plástico. A ese no lo llevo ni lo uso, es muy feo.

Tenedores no pongo.

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