miércoles, 1 de septiembre de 2010

Cuaderno Fractal


Un día que estaba al pedo en el hostel decidí transcribir todo un viaje de pepas que había anotado en un cuaderno que me regaló maia.
Esa misma noche me robaron la mochila con el cuaderno adentro.
Re loco.
Comparto:

Dice un chinito:

"Creo que el poder del Ser es mucho mayor que el del hacer."

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Desenvolverse en el mundo con confianza y alegría rinde.

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Soy un pibe que está aca sentado pensando que debería ponerse a escribir lo que está pensando, pero que cuando se sienta a ello se pone a escribir lo que está haciendo.
Ese soy yo.
Un perro que se corre la cola.

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Soy un pibe que está haciendo lo que está haciendo. Y lo que está haciendo es existir y escribir.
Escribir para describir.
Describir lo indescriptible.
Eso que es mucho más que todo, y especialmente mucho más que uno mismo. Y no es decir poca cosa, no señor.
Eso que está por sobre uno mismo es todo lo demás. Y todos los demás -humanos-.
Y eso es demasiado para ser descrito. Sería tirar tinta al aire.

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A la larga es lo mismo irse mirando una nube que querer transmitir su mensaje silencioso.
Pero la posta es ponerle el pecho a las balas, carajo.
Está bien, yo existo.
¿y ahora qué?!
Páginas en blanco es demasiada responsabilidad. OK.
Claro, ponerse a escribir lo que ya está ahí es al pedo.
Es jugar con la espuma del jabón.
Está bien, es divertido, pero es eso nomás. Ahí empieza y ahí termina.
Lo que tendría gracia sería escribir lo que todavía no fué escrito.
Lo que otro todavía NO se dió cuenta.
Pero tampoco podría decir que sea vana la descripción, porque uno nunca solo describe. Uno describe y decora. Y así le da forma al tiempo.

El tiempo es una locura. Y yo metido ahí en el medio, con una birome, dos amigos locos y un moretón en la mano. "Soy lechuzón cascotiau" ¡ja!.

Cuando tomás pepas todo se vuelve increíblemente peposo.

Soy un loco, aca, drogado.
Que se quiere subir al techo a estar drogado y ser un loco.
Un loco por el gusto de serlo nomás. Perdiendo el tiempo al sol.
Al sol de la plata y de los amigos.
De los amigos humanos que te ayudan y están ahí.
Por si te caés del techo o si llaman los vecinos.
No quiero joder a nadie.

Un loco tirado al sol.
Veo al mundo y sí existe.
Y sí me hago cargo.
Me lo cargo entero en la espalda.
No le desvío la mirada al que me busca porque sufre.
Existe.
Pero yo hoy aca.
Hoy aca adolescente.
Subido aca, en el techo.
Jugando juegos imposibles.
Queriendo resolver el mismo puzzle que quisieron resolver
todos los locos anteriores y contemporáneos que ha dado nuestra humanidad,
ese puzzle que es la complejidad de la fockin' existencia, carajo.
Que no me vengan con que es simple, carajo.
Es simple hasta que la querés definir.
Tiene un sentido que desaparece en el instante mismo que tenés el deseo de querer encontrarlo.
Esa es su gracia.
La del sentido.
Escaparsele a la birome.
Adelantarsele a la cabeza, el muy pillo.
Sigo dando vuelta las páginas y no está.
¿donde está?
¿el sentido de estas palabras?
¿eco?
¿hay alguien ahí?
¿el futuro?
Ponele que exista.
¿qué puedo hacerle yo al futuro que sea mejor que soñarlo?
Soñar el futuro.
Con elefantes y castillos tan majestuosos que no podrían complacer al mas iluminado de los chinos de los cuentos. Los cuentos de chinos iluminados.
Y claro pibes.
Hay que soñar.
Y soñar para adelante.
Lo de atrás ya fué.
Hay magia en poder describir y transmitir "lo que está ahí".
Peeeeero siendo un HUMANO me resulta mas estimulante la idea de tratar de ver "lo que No está ahí".
Dibujar un paisaje nuevo.
Una imágen.
Un sueño.
Una locura estúpida utópica y adolecente.
Para eso me vine hasta la plata, a lo de mis amigos.
Para que fluya el rock.

Alguna vez le voy a mandar una carta a Dios que diga:
"Ok. Estoy aca. ¿ahora qué?
Ok pibe. Vos me creaste. Me hiciste humano, aca.
Y me diste droga, amigos y una birome.
¿ahora qué?
Tiempo. Eso es lo que me diste.
Tiempo. Para que lo convierta en lo que pinte.
Ok. Entiendo.
Ahora ¿qué?
O sea, dame inspiración. No seas hijo de puta.
Cómo te voy a dedicar una obra que esté a tu altura.
Es como que . . . no.
La única forma que se me ocurre sería Ser esa obra, y experimentar sus consecuencias divinas, humanas, absurdas, reales.
Porque sí tengo una voz y una birome.
Y amigos, y eso.
Y eso tampoco es poca cosa.
Me observo y me doy gracia. Aca sentado amenazando con hacer una obra digna de Dios y siendola en consecuencia.
Tan pillo es Dios con sus pibes.
Somos los pibes de Dios.
La autoreferencia es un recurso bastante barato a la hora de escribir palabras.
Tirame una línea pibe.
Algo que me de la sensación que valga la pena ser escrita.
Esa musa que te dicta.
Te susurra en el oído historias sobre paraísos olvidados y melodías inexistentes. Amantes imposibles y aventuras sin fin.

1 comentario:

Unknown dijo...

Buenísimo lo de "tirame una línea pibe". xDDD

¡PUTOS TODOS LOS ENEMIGOS DEL PINTOÍSMO!