Y de pronto siento que he sido herido y comienzo a descendender en espirales. La caída en ocasiones a veces se hace sentir como si fuese irrefrenable y eterna. Pero afortunadamente uno siempre logra sobreponerse en la liga, y aunque se tenga una muy mala racha, eventualmente se vuelve a ganar y a subir. Aunque claro, eventualmente volvés a bajar. Que le vas a hacer, es así, sino, no jueges más en la liga y divertite con petintos. A lo sumo, lo que se me ocurre, es que en vez de perder, lo contrario. Entonces ya no hay motivo para quejarse. Cuestión de volverse cada vez más pro. O no, y que no te importe. Pero ni un poquito, así bien impúdicamente.
viernes, 27 de febrero de 2009
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¡PUTOS TODOS LOS ENEMIGOS DEL PINTOÍSMO!
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