Enrra expresa sus enormes y sinceros deseos de beberse una copa de verdoso pipermín mientras, obnubilada su conciencia por los constantes y profundos estímulos del mundo exterior, descansa hechado y semi desnudo bajo la sombra de un abedul.
Y el Saulo, cual intrépido vascongado, marcha firme y sereno al encuentro del secreto murmullo que esconde el viento tras la cumbre de los cerros más altos.
No podría responder a tu mirada si callada y eterna aguardases bajo los aromas de la armonía y la serenidad. No es en el silencio donde se ha captado el secreto universal que ha atizado el alma de la humanidad.
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¡PUTOS TODOS LOS ENEMIGOS DEL PINTOÍSMO!
4 comentarios:
Al final nos quedamos sin pipermín.
-_-''
Si, fue cualquiera.
¿que es el pipermín?
¡La palabra del día de la RAE de como hace una semana!
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