No pretendo en este momento hacer una reseña de su existencia, ni tampoco del impacto que representó el LSD para la humanidad toda. Simplemente quiero manifestar mis saludos al espíritu de Hofmann, quien se aleja del espacio-tiempo y desear que su ascensión hacia el luminoso plano de las estrellas y los dioses sea de lo más grato.


El Pintoismo saluda a Hofmann en esta magnífica hora, la hora de su muerte, y desea que esta no sea más que la coronación de toda su vida. ¡Qué la estela de tu existencia se mantenga eterna en el alma de quienes son capaces de captarla!
5 comentarios:
Esa!
me puso supertriste che.
salve!
Salve Hofmann viejo amigo!
mis honores
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